11 DE SEPTIEMBRE - BLOQUE 3

Cuando “tuve que dejar” la Banda de la Escuela de Música, Víctor me dijo que le habían propuesto dirigir la Banda y quería saber si había algún problema por mi parte para que él fuera el nuevo Director. Yo le dije que no tenía por qué haber ninguno. Prácticamente me pidió permiso para hacerse cargo de la Banda. Cosa que me sorprende porque al poco tiempo pidió una cantidad de dinero para dirigirla que era aproximadamente el doble de lo que yo cobraba, eso sin contar con las horas extras. Y no solamente se subió el sueldo, sino que además se lo consintieron. Él ha permitido también que la Banda se desligara de la Escuela de Música. Yo sacrifiqué mi puesto para que eso no ocurriera y a él le trae sin cuidado el hecho de que esté o no esté ligada a la Escuela. Permite que desaparezca la Asociación de la Escuela. Permite el cambio de nombre de la Banda. (Cuando digo permitir, quiero decir que no hace nada para impedirlo). No se moja nada en absoluto para que un alumno de Tuba (mira qué es difícil que haya un alumno de Tuba) pueda estudiar en la Escuela de Música con una de las 3 Tubas que hay allí, pero que son “propiedad” de la Banda. [Y luego dicen que tendría que haber más colaboración entre la Escuela y la Banda. Pero si lo primero que hicieron cuando tuve que dejar la Banda fue cambiar todas las cerraduras de los armarios para que los profesores no tengamos acceso a las partituras, la mayoría de las cuales pertenecen al Archivo Municipal. Y luego no permiten que con sus instrumentos puedan estudiar los alumnos de la Escuela. Por lo menos cuando yo estaba de Director de la Banda eso no ocurría] Pero al otro alumno de Tuba, como es el padre de un músico de la Banda, a este sí se la dejan. Hasta incluso le permiten llevársela a su casa. Fíjense hasta qué punto llega este despropósito, que al alumno que no le habían dejado la Tuba (Juan Puerta Martínez), fueron todavía a pedirle dinero a su taller para la compra de instrumentos, después de no facilitarle ninguna de las 3 tubas que ellos mismos poseen… Además, hace las gestiones para que un profesor adquiera un certificado de residencia aquí en Bullas, poniendo en dicho certificado que ese profesor reside en mi domicilio, sin consultarme en absoluto y sin que le hubiera autorizado yo personalmente para nada. Todavía estoy esperando a que me dé una sola explicación. Eso sí, no pierde ocasión para recordarles de una manera muy grandilocuente, a las personas que le interesa, que si él está aquí en Bullas es gracias a mí… Pero luego a la hora de la verdad, sabiendo que en el currículum de la Banda que se adjunta en los programas de concierto, no se me hace ninguna mención como que yo fui Director de la Banda y todas esas cosas que se suelen poner en los historiales de las bandas, tampoco se molesta en subsanar este “error”. Hasta hace muy poco tiempo me consta que todavía no se ha corregido. Tampoco me he molestado en averiguarlo. Y no es que tenga especial interés en que salga mi nombre. Cuando la mayoría de estas personas ni me miran a la cara, ¿cómo voy a preocuparme por este pequeño detalle? Pero esta omisión dice mucho más de todas estas personas de lo que yo podría expresar con mis propias palabras.