11 DE SEPTIEMBRE - BLOQUE 7

Resulta curioso que no se quiera que continúe como Director de la Escuela de Música, como Profesor de Clarinete y, más curioso todavía, como Profesor de Saxofón. En los dos primeros casos no me sorprende. Desde hace ya mucho tiempo he recibido presiones para que dejara la Dirección de la Banda de la Escuela (cosa que consiguieron), la Dirección de la Escuela y el puesto de Profesor de Clarinete. Pero lo que me sorprende ahora es que también se quiera que deje el puesto de Profesor de Saxofón. En cuanto a lo del Profesor de Clarinete me remito a lo que ya expuse en el artículo titulado: SOLO PARA CLARINETE, que aparece en la SELECCIÓN DE ARTÍCULOS, CARTAS Y OTROS DOCUMENTOS [2004 – 2006] [I – INSTRUCCIONES], del que dejé 2 ejemplares en el Ayuntamiento el pasado 31 de Julio de 2008. Pero además voy a exponer otros argumentos que me parecen que también se tendrían que tener en cuenta. Es cierto que yo no soy Profesor de Clarinete. Eso es algo que todo el mundo sabe y nunca lo he ocultado. ¡Pues vaya un descubrimiento! Comencé mis estudios tocando el Clarinete (Requinto) y, alrededor de un año después, empecé mis estudios de Saxofón. Lo que no impidió que a mí me contratara el Ayuntamiento como Profesor de Saxofón, Clarinete, Trompeta, Trombón, Flauta y lo que hiciera falta (menos mal que ya había Profesor de Piano y de Guitarra, porque lo mismo hubiera tenido que impartir también esas materias). Y lo que no impidió que se me contratara también en Caravaca como Profesor de Saxofón y Clarinete, al igual que en Cehegin, aunque en este último caso lo rechacé. Es decir, en ese momento se me consideró la persona apropiada para realizar todas estas actividades. Menuda visión de futuro tenían los que estaban organizando la Escuela de Música. Pero casi es mejor ir a remolque de los acontecimientos que ir tomando iniciativas que luego puedan ser contraproducentes y erróneas. Si hubiera sido otra persona u otro profesor, quizá hubiera seguido dando clases de todos estos instrumentos, durante varios años más. Se me había otorgado esa oportunidad y la podía haber aprovechado si hubiera querido. En la anterior Escuela de Música, en la que yo me formé, mi maestro era D. Francisco Sánchez Mateos, que siendo Profesor de Clarinete formó a todos los músicos de aquella época. ¿Se imaginan lo que hubiera pasado si la Escuela de Música hubiera seguido por los mismos derroteros que en la anterior etapa? Contrasten los resultados que hemos logrado con los que se consiguió en la anterior Escuela de Música. ¿Es lo mismo el panorama musical que hay en el 2008 con lo que había a principios de los años 90? Pues en parte se debe a que, desde un primer momento, me negué rotundamente a dar clases de aquellos instrumentos que consideraba que yo no estaba lo suficientemente preparado para ello. Por lo que la especialización instrumental empezó prácticamente desde un primer momento, gracias al Ayuntamiento (todo hay que decirlo) y con muchísimas trabas por parte del Ayuntamiento (que también hay que decirlo). ¿Quién se hubiera imaginado a principio de los años 90 que la Escuela Municipal de Música de Bullas iba a tener casi 300 alumnos y 12 profesores en el año 2007? Pues solamente podían imaginarlo todos aquellos que tenían realmente, visión de futuro, nadie más. Desde el principio hasta el día de hoy he sido Profesor de Saxofón y Clarinete, pero hemos conseguido desde entonces que hubiera además un Profesor de Percusión, Viento metal agudo (Trompeta y Fliscorno), Viento metal grave (Trompa, Trombón, Bombardino y Tuba), Flauta, Oboe, Violín, Pulso y Púa (Laúd, Bandurria y Mandolina), especialidades que no existían en su momento y que ni siquiera se habían proyectado. Es muy curioso que, cuando se dice que debe de haber un Profesor de Clarinete, nadie me haya planteado ni siquiera una sola solución o alguna posible salida para poder compensar la pérdida de horas de trabajo que irremediablemente iba a dejar de percibir por dejar de dar las clases de Clarinete. Cuando estaba en la Banda de la Escuela hubiera sido una buena idea el que se me hubiese planteado un incremento de mis honorarios por dirigir la Banda. (Porque una cosa es que yo no quisiera plantear en ningún momento un incremento salarial por dirigir la Banda pero otra cosa es que se plantee en vistas a una posibilidad de que tuviera que dejar de dar las clases de Clarinete) O que se me planteara la posibilidad de desarrollar cualquier otra actividad musical que me hubiese compensado económicamente. Sería lo lógico teniendo en cuenta toda mi trayectoria. Pero si se observa con atención, en realidad no hay una verdadera demanda de Profesor de Clarinete (puesto que la Banda ya tiene un Profesor de Clarinete y todos aquellos alumnos que quieran reforzar conocimientos que van a adquiriendo en la Escuela tienen ya esa posibilidad de hacerlo sin ningún problema). Lo que hay es una demanda para que Jose no imparta clases de Clarinete, que no es lo mismo. Hay muchas maneras para decirte que te vayas. Decía Talleyrand, ministro de exteriores de Napoleón, que “El hombre con la palabra oculta sus pensamientos y con la mirada disfraza sus palabras”. Con el tono de voz y el contexto adecuado solamente hay que leer un poco entre líneas: “¿Y por qué no se crea una Banda Juvenil?” Que viene a decir lo siguiente: “Estamos cansados de ti. Queremos a otro Director. Pero para que no te vayas de vacío puedes seguir siéndolo en la Banda Juvenil”. O estos otros que no necesitan traducción: “Es que el Director de la Banda tendría que ser distinto al de la Escuela”. “Es que el Director necesita unas laaaaaargas vacaciones”. Antes de dejar yo la Banda, se estaba pensando en la posibilidad de traer un Director invitado. ¡Qué casualidad! Todavía llevan sin encontrar Director invitado casi 3 años. (Esto último es también para leer entre líneas)