ESCUELA SE ESCRIBE SIN H - BLOQUE 14

En cuanto al trabajo pedagógico y didáctico que he realizado durante el curso 2008 / 09 he de decir que ha sido bastante amplio, variado e importante. La verdad es que fue muy duro adaptarse y asimilar esta nueva realidad. Imagínense lo que era empezar el curso con 7 alumnos solamente, después de estar el último curso con 33 alumnos. Esa es la principal razón por la que no he preparado nada en concreto para las audiciones. Sin embargo, he realizado por mi parte, muchas otras actividades musicales. Y creo que me he volcado en mi trabajo, todavía más, incluso, que en los años anteriores. Ya he comentado antes que el principal motor que me ha impulsado y que me ha motivado a seguir en la Escuela de Música durante este curso, han sido precisamente las clases propiamente dichas y el trabajo que he podido desarrollar con todos mis alumnos.

El programa que llevo para desarrollar las clases de Saxofón es prácticamente el mismo que se utiliza también en el Conservatorio. Pero como el nivel de la gran mayoría de los alumnos (no solamente los míos, sino también los del resto de profesores de la Escuela) es más bien bajo, resulta bastante difícil adaptarse al ritmo que impone el mismo programa. De todos modos, podemos comentar que hay una parte técnica, dedicada sobre todo a la realización de escalas y otros ejercicios; y una parte musical, dedicada sobre todo a las lecciones, que suelen ser canciones y fragmentos de obras musicales. Al poder disponer este curso de más tiempo para los alumnos, he podido impartir y planificar las clases de una manera bastante mejor que la de los años anteriores, explicando mucho mejor y más extensamente todas las cuestiones que se iban presentando a cada momento, pudiendo ahondar en más detalles sobre todos los aspectos musicales, ya sea a nivel técnico, teórico, interpretativo... Al ir trabajando la parte técnica [para ello he utilizado el libro: TÉCNICA DE BASE, de mi profesor Manuel Miján] he puesto muchísimos ejemplos para que los ejercicios que se iban haciendo no parecieran tan mecánicos, relacionándolos todos ellos con una dimensión mucho más musical (y yo diría también, mucho más humana) con el objetivo de que los ejercicios no parecieran tan monótonos ni tan aburridos. [Por ejemplo, a la vez que se practicaba una pequeña escala cromática descendente la relacionábamos con el efecto sonoro que se utiliza también en los concursos de televisión, cuando un concursante no ha respondido correctamente a una pregunta. O un arpegio (mayor) lo relacionábamos con el aviso de llegada o salida en una estación de autobuses, etc. También comprobábamos que en cualquier escala, arpegio y cualquier otro ejercicio técnico, podía esconderse siempre alguna canción o algún fragmento de una canción. E incluso proponíamos ejemplos concretos de canciones para averiguar si estaban o no en aquellos ejercicios.] Y al ir trabajando la parte musical, además de tener en cuenta todos los aspectos relacionados con la interpretación, la expresividad, la musicalidad... también tratábamos de descomponer la canción en todos sus aspectos técnicos: Tonalidad, Estructura, Dinámica, Ámbito sonoro... También he ido subrayando la importancia de los compositores de las lecciones (canciones y otras obras musicales) que íbamos interpretando durante el curso. Así como del contexto musical y social de la época a la que pertenecía la obra musical o el compositor de la misma. Incluso, recurríamos a piezas conocidas que estuvieran relacionadas directamente con la obra que teníamos entre manos. Es decir, a través de la clase de Saxofón, no solamente nos ha servido para tocar mejor el instrumento, sino que también nos ha servido para repasar otras muchas cuestiones, incluso las que se refieren a la Teoría Musical y la Lectura (Solfeo). También nos ha servido para aprender y relacionar cuestiones musicales mucho más amplias que las que en un principio parecían que no se podían abarcar, y que son realmente importantes de conocer y de tener en cuenta para que un músico pueda interpretar con su instrumento cualquier tipo de música. Así mismo, los alumnos han podido disponer de más tiempo para solucionar sus dudas e inquietudes. Algunos alumnos han hecho también propuestas muy interesantes sobre las que hemos trabajado en algún momento determinado. Incluso, algunos de ellos se han atrevido a componer alguna pequeña canción, por lo que hemos dedicado un poco de tiempo a esta actividad. En definitiva, he aprovechado cualquier inquietud y cualquier iniciativa de los alumnos (que me ha parecido conveniente y razonable) para intentar conseguir todos mis objetivos.