2 DE OCTUBRE - BLOQUE 2

También hay que concienciar a la gente de lo que significa el hecho de querer estudiar música. Y sobre todo: hacer valorar y apreciar verdaderamente LA MÚSICA. Pero no solamente por parte del profesorado. En estos aspectos, la responsabilidad la tienen también muchísimas otras personas, porque lo que se hace desde el punto de vista político y desde la administración local también repercute de una manera fundamental en esa revalorización de lo que debería ser la cultura musical. Por poner solo un ejemplo: ¿Qué se puede esperar de un pueblo donde se contrata a la charanga “Serpentín”, simplemente porque cobran menos que las demás charangas locales, y por supuesto, porque cobran muchísimo menos que la Banda de Música? ¿Son éstas las inquietudes musicales que tenemos? Cuando se valora la música de verdad, uno la disfruta plenamente. Ustedes no se pueden ni imaginar la sensación de privilegio que se produce al tocar con una orquesta en el Teatro Romea o en el Auditorio y Centro de Congresos de Murcia, y una hora más tarde estar tocando (y disfrutando) con una charanga en las fiestas de tu pueblo. Experimentar lo que es tocar una Sinfonía de Beethoven ante un auditorio silencioso, y al poco tiempo estar tocando canciones muy pegadizas y muy alegres ante un ambiente bullicioso y festivo. Cada momento tiene su magia y su encanto. Y cada momento es único e incomparable. Pero cuando ves a tu alrededor que lo que menos importa son precisamente los aspectos musicales, que aquí da igual si se toca mejor o si se toca peor, que si se ha ensayado más o si se ha ensayado menos, que si se va con más ilusión o si se va con menos ilusión, con tal de que sea lo más económico para unos o lo más económico para otros, entonces lo único que podemos esperar es que la CULTURA MUSICAL en nuestro pueblo sea una auténtica mediocridad (por no decir otra palabra que también empieza por m.) Si eso es lo que queremos para nuestro pueblo, adelante. Si lo que se quiere es contentar a todo el mundo, adelante. En este aspecto la responsabilidad la tenemos todos, por mucho que hagamos los profesores de música. Todo lo que hagamos se reflejará en nuestro entorno. Si los mismos alumnos que se están formando en la Escuela de Música observan diariamente a su alrededor que aquí da igual lo bien o lo mal que se toque, si se hace más o menos ruido, que lo que menos importa son precisamente los aspectos musicales que ellos mismos están aprendiendo en la Escuela, ¿qué idea de lo que es en realidad la música estamos inculcando aquí?