Si ha habido algún momento en que yo he estado totalmente ilocalizable, sería en todo caso las cuatro horas siguientes al finalizar la reunión del Jueves 4 de Septiembre. Hasta mi propia familia andaba preocupada porque no tenían ni idea de donde me encontraba, y más todavía, cuando ya les habían informado otras personas de todo lo que había ocurrido esa misma tarde. El resto del tiempo he estado localizable en todo momento, aunque haya quienes se empeñen en manifestar lo contrario. En los días siguientes, pese a que me encontraba bastante desmoralizado, preparé un escrito dirigido al Alcalde y a la Concejala de Cultura, que envié por correo electrónico a la Concejala de Cultura el Jueves 11 de Septiembre a las 9:47 (casi una semana antes de la reunión a la que se supone que tenía que haber ido y el mismo día que tenían la reunión los Profesores de Solfeo) cuyo mensaje transcribo literalmente para que no haya ninguna duda al respecto: “Hola, Ana. Te envío un documento para ti y para que se lo pases también a Esteban. Como es muy extenso he preferido no pasarlo por Registro, pero si tuviera que hacerlo me lo comunicas y lo hago debidamente. Mi teléfono (el fijo) y mi correo electrónico están al principio del documento. Gracias. Un Saludo. JOSÉ ANTONIO CABALLERO AMOR”. Como puede comprobarse, no hago en ningún momento ninguna referencia a mi móvil, pero si al teléfono fijo y a mi correo electrónico. Además, la Concejala de Cultura y algunos profesores de la Escuela tienen también mi otro correo electrónico que he estado utilizando desde principios de año. A la semana siguiente, el Martes 16 de Septiembre (el mismo día que tiene lugar la reunión a la que se supone que tenía que haber ido) la Concejala de Cultura me manda un mensaje por correo electrónico a las 12:36 diciendo lo siguiente: “Jose, he intentado localizarte en tu teléfono y no he podido. Si puedes esta tarde a las 18:00 podemos mantener una reunión contigo en el Ayuntamiento. Espero confirmación.” Si me hubiera llamado al fijo, en vez de llamarme al móvil, como le comuniqué en el mensaje del 11 de Septiembre, seguro que me hubiera localizado más fácilmente porque precisamente a esa hora yo estaba en casa. Por la tarde también me manda otro mensaje a las 18:51 y a esa hora también estaba en casa. Pero ese día, por una u otra razón, no miré el correo hasta bien entrada la noche. Por eso, cuando la Concejala de Cultura me dice que ha estado poniéndose en contacto conmigo sin poder localizarme, me resulta un poco curioso. En todo caso, mi comunicación con la Concejala de Cultura se “restableció” el Miércoles 17 de Septiembre cuando acordamos que la reunión que yo había solicitado el Jueves 11 con el Alcalde y con la Concejala de Cultura tuviera lugar el Jueves 18. En esa reunión volví a solicitar personalmente, al igual que había hecho en el documento que envié el día 11, que pudiera continuar como Profesor de Saxofón y Clarinete. Que renunciaba a cualquier cargo en la Dirección de la Escuela y al cargo de Profesor de Contrabajo, así como a las actividades encaminadas a la creación de una futura Orquesta. En esa reunión quedó claro, por lo menos, que yo iba a seguir como Profesor de Saxofón. Pero que lo confirmaríamos al día siguiente, para que yo pensara todavía un poco mejor si aceptaba además el cargo de Profesor de Contrabajo y demás actividades. El Viernes 19, la Concejala de Cultura me envía un correo electrónico a las 16:10 y me llama por teléfono sobre esa misma hora. Cuando llegué a casa alrededor de las 16:20 me puse en contacto con ella para confirmar lo que ya había decidido. Si no podía seguir siendo Profesor de Clarinete, por lo menos seguiría siendo Profesor de Saxofón. Y he de decir en este momento, que me siento muy agradecido por el hecho de que la Concejala de Cultura se mostrara muy abierta para que yo emprendiera cualquier otra iniciativa que fuera interesante para la Escuela de Música. Me ofreció varias alternativas para compensar todo lo que yo iba a dejar de realizar en la Escuela de Música. Pero yo le dije que solamente desempeñaría, por el momento, las clases de Saxofón y en función de cómo se desenvolvieran los acontecimientos, quizá más tarde podría llevar a cabo otras actividades. En este sentido, sí estoy muy agradecido al Ayuntamiento porque ha intentado facilitarme las cosas, pero no puedo decir lo mismo con respecto a la poca confianza que se ha depositado en mí en otros muchos aspectos. Ese mismo día, el Viernes 19 reiteré una vez más a la Concejala de Cultura, que no me correspondía a mí, sino al Equipo Directivo, el que se pusiera en contacto conmigo. Ellos tienen, además de mi móvil, mi teléfono fijo, hasta saben donde vivo - ¡¡Y si no, que se lo digan a Víctor!! - Podrían localizarme con la ayuda de otros profesores (varios de ellos se han puesto en contacto conmigo en estos días, por lo tanto, no entiendo qué problema podía haber en ese sentido). Ya sea de una manera o de otra, podían ponerse en contacto conmigo porque he estado en todo momento localizable. Pero si todavía hubiera alguna duda, le recordé una vez más a la Concejala de Cultura mi teléfono fijo y mi correo electrónico.