2 DE OCTUBRE - BLOQUE 7

Volviendo un poco atrás en el tiempo, después de la reunión con los Profesores de Solfeo que tuvo lugar el Jueves 11, al parecer se convocó otra para el Martes 16 con los Profesores de Instrumento. Lo normal es que si yo, por la razón que fuera, no acudí a la reunión, al menos deberían haber preguntado qué es lo que me podía haber pasado. Quizá hubiera estado enfermo. O quizá me hubiera sido imposible. Podían haberlo averiguado fácilmente si me hubieran llamado a casa, si con el móvil no lo habían conseguido. O a través de un Profesor. O a través de la Concejala. En definitiva, lo menos que podían haber hecho es ponerse primero en contacto conmigo y asegurarse antes de sacar conclusiones precipitadas. Porque sabiendo ellos mismos que había rumores de que algunos profesores querían echarme de la escuela, ésa era una buena oportunidad para demostrar que esos rumores no eran ciertos, por lo menos, por parte de ellos. Pero al parecer era mucho más cómodo decir que no me habían localizado con el móvil. Y si yo no había ido a la reunión era porque a mí ya no me interesaba. Pero claro, si ni siquiera se habían molestado en llamarme cuando tenían que haberlo hecho y cuando yo tenía encendido el móvil las 24 horas del día, ¿cómo iban a molestarse ahora? Para que se vea la confianza que tienen en mí: Ese mismo día (Martes 16) la Concejala de Cultura me envía un mensaje por correo electrónico para pedirme, entre otras cosas, la llave del tablón de anuncios, cuando lo normal es que me lo hubieran pedido ellos a mí, personalmente. Al día siguiente compruebo que ya habían entrado en el Despacho del Director. Y en vez de pedirme a mí la llave, se la piden al Jefe de Servicios.