Y ahora en la actualidad, se vuelve a repetir exactamente lo mismo que el año pasado. En la reunión que tuve con Víctor el Lunes 22 de Junio le dije, entre otras muchas cosas, que se pusieran en contacto conmigo por teléfono. [Por cierto, que aquí el hecho de que te llamen no es precisamente lo más importante. Y si no, que se lo digan a Teo y a Alfonso.] Si ellos dicen que se han puesto conmigo en contacto, pues al parecer tampoco han debido de insistir demasiado. Aunque para otras cosas sí han tenido tiempo de hacerlo, precisamente cuando se trataba de la asignatura de contrabajo. Pero a estas alturas ya no me coge para nada de sorpresa. Porque eso mismo era exactamente lo que yo esperaba que iba a pasar. Al final del curso propuse una alternativa que me parecía mucho más importante e interesante para la Escuela de Música, la cual fue muy bien recibida... pero para realizarla tenía que dar también Contrabajo. Recuerden lo de las lentejas… Pasa el verano sin tener ninguna noticia. Y cuando empieza el nuevo curso, no deben tener demasiado interés en que yo esté (aportando, claro, todo lo mejor que yo puedo aportar para la Escuela). Y para salir del paso a las preguntas que se le hacen sobre mí, les dicen que yo sigo en la Escuela y que tengo una asignatura nueva. Pero claro, todo esto es para quedar bien de cara a la galería... Porque si fuera cierto de verdad, a quien tienen que confirmar lo de la asignatura nueva no es a la gente sino a mí, que es el que tiene que impartirla. Y a quien tienen que comunicárselo primero es a mí. Y hacerlo como es debido. Y a fecha de hoy no tengo ninguna noticia al respecto, por parte de ellos. Pues con todos estos argumentos, todavía hay gente que piensa que el que no tiene interés en la Escuela soy yo, pese a que me hayan quitado la Dirección de la Banda, la de la Escuela, las clases de Saxofón y las de Clarinete. Así son las cosas. Y así es la gente cuando se trata de justificar lo injustificable. Para entenderlo todavía mejor voy a poner unos ejemplos.