Poco tiempo después, me doy cuenta que en mi clase no había ningún atril. [No era la primera vez que ocurría, pero siempre encontraba alguno en alguna otra clase o me lo proporcionaban de alguna manera.] En aquella ocasión no encontré ninguno por ningún aula. Hice las gestiones para que me proporcionaran uno y, aunque en alguna ocasión sí se me proporcionó lo que yo necesitaba, en aquella ocasión me dijeron simplemente que no habían. Bueno, en realidad, sí habían. Pero eran los de la Banda de Música. Y es que la Banda tiene sus propios atriles para su uso exclusivo. Están en aquellos famosos armarios que cierran con candados desde que yo me “tuve que ir”, como ya he explicado en alguna otra ocasión. Son tan exclusivos, que si hay un momento puntual en que un profesor necesita uno para dar clases, aunque solo sea por unas horas, es imposible que lo pueda utilizar. Y más precisamente en ese momento, que nadie los estaba utilizando y que todos estaban disponibles. ¿Dónde está ese buen entendimiento que debería haber, según algunos, entre la Escuela y la Banda? ¿Acaso ya se les ha olvidado cuando, anteriormente, se les facilitaba a todos los músicos de la Banda que estudiaban también Piano, la posibilidad de poder estudiar con todos los Pianos que habían en la Escuela? “¡Es que se pueden romper!”, dirán algunos. O sea, que ya ni los profesores sabemos tampoco manejar un atril. En la Escuela de Música y en la Banda hay problemas realmente graves y muy serios que hay que resolver. Pero ninguno tan grande como el que se rompa un maldito atril, lo cual no sería un problema, sino una catástrofe. A partir de la clase siguiente, decidí llevarme mi propio atril durante el resto del curso. Ya comenté el problema que tenía la Escuela acerca de los atriles (Ver la recopilación: ESCRITOS PARA EL AYUNTAMIENTO AÑO 2008 / 31 de Julio / Documento 3). Es de suponer que todavía no se ha hecho nada al respecto, ya que la Escuela de Música sigue sin suficientes atriles. En cambio, me han puesto al corriente de lo que ha ocurrido con Teo y con Alfonso. Al parecer, en lugar de Alfonso han colocado a un profesor del mismo pueblo que Víctor. Pero yo ya no hago caso a los rumores. Y en el caso de Teo… quizá sea solo porque no necesitan guitarras para la Banda. Por cierto, que de los 8 ò 9 nuevos alumnos de Tuba y Bombardino, matriculados en el curso 2008 / 09, solo llegó a empezar uno. También estoy al tanto de que este curso pasado se ha estado impartiendo clases de Solfeo en el Colegio Ródenas porque no había aulas suficientes para dar clases en la Escuela de Música. Y que al pasar las clases a dicho Colegio se necesitaba además comprar un Piano (me consta que no se ha comprado ningún Piano). Y como no se ha comprado ningún Piano los alumnos han estado sin Piano durante un curso entero. Como cuando hacía 20 años. ¿Menudo cambio, verdad? Pero eso no es nada, aquí le echamos una capa de pintura a la Escuela y con eso vamos saliendo del paso. Y la cena de Navidad del año 2007 sin pagar todavía. Aquí, si la gente se quejara porque un profesor se quedara dormido en clase, lo primero que hacemos es darle un premio extraordinario al año siguiente. Y es que, en todos los sitios: ESCUELA se escribe sin H. Por lo menos hasta que la RAE (Real Academia Española) no diga lo contrario. Pero al parecer, aquí en Bullas, somos un poco distintos.