2 DE OCTUBRE - BLOQUE 1

Desde hace muchos años hemos tratado de consolidar la Escuela Municipal de Música de Bullas para que pueda desarrollar otras actividades musicales diferentes como la creación de un Coro, una Rondalla, una Orquesta… pero a nadie se le debería escapar que el planteamiento que se está llevando a cabo en los últimos tiempos está más bien orientado a que todo gire prácticamente alrededor de la Banda. Como se necesitan trompas, hay que poner un Profesor de Trompa. Como se necesitan fagotes, hay que poner un Profesor de Fagot. Incluso la idea de poner Violonchelo y Contrabajo quizá esté más enfocada a la Banda más que a una futura Orquesta, ya que estos instrumentos pueden reforzar también la sección de graves, convirtiéndola de esta manera en una Banda Sinfónica, lo cual no está nada mal, pero confirmaría esa tendencia a que la Escuela de Música sea más bien una Escuela para la Banda. Como no hay una demanda real de todos estos instrumentos, hay quienes piensan que la mejor forma de crear esa demanda es imponiéndola, lo cual puede dar resultado en alguna ocasión pero a la larga no va a servir de mucho. Se dice que no hay demanda de estos instrumentos porque no hay profesor. Se dice también que si no hay profesor no puede haber demanda. Entonces, ¿cómo podemos explicarnos que, sin haber Profesor de Clarinete desde que se fundó la Escuela de Música, haya habido siempre una gran demanda de alumnos en esta especialidad? ¿Cómo es posible que habiendo tenido la Escuela de Música hasta 3 profesores de Tuba, y no hayan salido prácticamente alumnos de Tuba ni de Bombardino? ¿Y cómo es posible que habiendo ya en el último curso un Profesor de Trompa no se haya incrementado prácticamente nada la demanda en esta especialidad? Claro, se podría objetar que solo ha transcurrido un curso. Pero ya nadie se acuerda de que el primer Profesor de Viento metal que tuvo la Escuela de Música de Bullas fue precisamente un Profesor de Trompa (Marcos, hermano de Francisco Soler, uno de los profesores actuales de la Escuela), el cual estuvo durante varios años y de la que solamente salieron 3 Trompas, ninguna de las cuales continúa hoy en día, si no me equivoco. Y no sería ninguna exageración decir, por lo menos en la situación que todavía nos encontramos en nuestro municipio, que sería casi más fácil encontrar una trompa en Marte que encontrarla aquí en Bullas. No se puede imponer prácticamente por la fuerza a los alumnos para que cojan un instrumento, simplemente porque hagan falta en un sitio o en otro. Más bien habría que orientarles para que lo hicieran. Y desde luego, la solución no está “exactamente” en traer un profesor especializado, como ya hemos podido comprobar en los ejemplos anteriores. No tiene por qué subir necesariamente la demanda de alumnos de Trompa, simplemente porque haya un Profesor de Trompa. Puede ayudar, eso sí. Pero no es esa la cuestión. Tampoco hay una demanda importante de alumnos de Oboe. ¿Pero quién podría sustituir de alguna manera a un Profesor de Oboe? Nadie. Por eso su presencia es casi obligada. Sin embargo, en el caso de la Trompa, sí hay otros profesores que pueden cubrir de alguna manera esa mínima demanda, como los de Tuba y los de Trombón, y cuando esa demanda se haya fortalecido, entonces es cuando podría traerse un profesor especializado. Si el más perjudicado de toda esta nueva situación soy yo, la segunda persona más perjudicada lo es sin duda alguna el Profesor de Tuba: Manuel Penalva Ros. Porque la misión principal de un Profesor de Tuba es enseñar a alumnos de Tuba y Bombardino. Pero cuando la demanda de estos instrumentos no es suficiente, la mayoría de estos profesores suelen impartir además clases de Trombón, de Trompa, etc. (aunque no todos reúnen las mismas condiciones para ejercer esa responsabilidad) que permitiría cubrir un horario un poco más amplio que el que se le asignaría en un principio. En este curso, Manuel solamente puede impartir clases de Tuba y Bombardino, al contrario que los años anteriores. De momento tiene dos alumnos Tubas y varios alumnos Bombardinos, y con ello podría cubrir más o menos el horario de una tarde. Pero como a la mayoría de estos alumnos se les ha “impuesto” el instrumento, dudo que pueda tener los alumnos suficientes como para que pueda estar una tarde en la Escuela, ya que la mayoría no van a coger dicho instrumento. Ojalá me equivocara en este punto, pero me temo que no va a ser así. A nadie le traería cuenta impartir clases a dos o a tres alumnos solamente. Lo que se intenta corregir por un lado con la especialización de los instrumentos (sin garantía de que la cosa vaya a mejorar) se pierde por el otro porque perjudica a determinados profesores. Está claro que todos los instrumentos son importantes, pero a la hora de la verdad siempre hay unos que son más prioritarios que otros. Por ejemplo: en una Banda de Música son necesarias tanto las Tubas como las Trompas. Pero si tuviéramos que prescindir de uno de estos instrumentos, no habría ninguna duda. Es más preferible tener que pasar sin Trompas que tener que pasar sin Tubas. Vuelvo a recordar. Si la demanda fuera más alta no habría ningún problema en la especialización. Pero al no haber realmente una demanda de estos instrumentos, lo que estamos haciendo más bien es perjudicar al profesorado existente y al alumnado de los instrumentos que son incluso más prioritarios. Lo que sí hay que hacer en realidad es concienciar a los alumnos de la existencia de tales instrumentos, de sus características y de su importancia, porque todavía hay una gran ignorancia en todos estos aspectos.