Otro trabajo similar, pero mucho menos ambicioso que el anterior (aunque no por ello menos importante) lo llevé a cabo en los primeros meses de 2009. Se trata de un CD que recoge 25 versiones de la sintonía que se utiliza en otros países para la serie de los dibujos animados de Heidi. [Además de este CD, repartí otro con música popular suiza y que también estaba relacionado con una de las audiciones musicales que habíamos escuchado durante el curso sobre la música popular austriaca o de la región del Tirol.]
También he repartido un CD muy interesante titulado MÚSICA LOCA (El disco loco del verano). Este CD ya lo preparé en 2008 y en él se escuchan músicas muy diversas y también muy originales. [Y un CD de la Agrupación Musical Virgen de los Reyes (una Banda de Cornetas y Tambores) tocando música que no es precisamente para la Semana Santa.] Podría parecer, con todos estos últimos ejemplos, que algunos de estos discos no estén vinculados exactamente con el gran firme propósito de escuchar MÚSICA. No exactamente. En muchas ocasiones tienes que recurrir a cualquier cosa (y no por ello, menos interesante) para que se pueda despertar la curiosidad en los alumnos. Cuando no se escucha prácticamente nada, tienes que valerte de muchos recursos para que se den cuenta de que hay otras músicas, además de las que salen normalmente por la televisión, de las que no somos ni siquiera conscientes. Y que están ahí esperándonos, como quien dice, a la vuelta de la esquina, para que las escuchemos y las disfrutemos. Con tal de que oigan algo distinto a lo que están acostumbrados, ya habremos dado un primer paso en nuestros propósitos. Por ejemplo, gracias a Luís Cobos (el cual ha sido muy frecuentemente criticado por sus “adaptaciones” musicales) pude conocer personalmente, cuando yo era todavía pequeño, una obra titulada: LA PÍCARA MOLINERA. Y al descubrir su particular y original versión del Intermedio, me sumergí en el mundo de la Zarzuela. Y al sumergirte en el mundo de la Zarzuela, empiezas a sumergirte en otros mundos, como en el de la Ópera... Y a partir de 3 fragmentos (que cayeron en mis manos casi de casualidad y que no duraban más de 10 minutos en total) de una Banda Sonora titulada: DUNE, llegué a conocer la adaptación cinematográfica de David Lynch (y ya de paso, casi todas sus películas). Escuché completa la Banda Sonora de esta película. Leí el libro en el que estaba inspirada la película, además de otros libros que componen la saga (en casa tengo 7 libros, aunque me consta de que hay algunos más). He visto adaptaciones cinematográficas más recientes de los primeros libros de la saga, etc. Y no solamente eso, sino que además de despertar mi curiosidad por conocer más música, despertó en mí la curiosidad por conocer más Cine, más Literatura y conocer más sobre otras manifestaciones artísticas. E incluso, me ha ayudado a profundizar mucho más, no ya solamente en el mundo de la Ciencia - Ficción, sino en otros territorios como en el de la Religión, la Filosofía, la Política, etc. Hay una expresión coloquial que dice: “De un grano de arena hacemos una montaña.” Si invertimos el sentido que se le da muchas veces a esta frase (normalmente relacionada con los problemas), tendremos algo totalmente distinto y fascinante: “De una sola pequeña canción, podemos hacer todo un nuevo mundo maravilloso de conocimientos”.