11 DE SEPTIEMBRE - BLOQUE 4

También se crea una Banda Juvenil, que no es una prioridad para la Escuela sino más bien una necesidad para él mismo. Puede dar la impresión de que yo esté en contra de cualquier iniciativa: “No es una prioridad la Banda Juvenil. No es una prioridad las clases de Trompa. No es una prioridad las clases de Contrabajo…” Con tales ejemplos podría dar la idea de que yo no tengo iniciativas. Y podría dar la idea de que yo no arriesgo para nada en absoluto. Y díganme, ¿quién llevó la iniciativa para que hoy en día tengamos una Escuela como la que tenemos? ¿O quién ayudó, sin ser Profesor de Trombón, a un alumno que tocaba el Trombón de Pistones para que tocara el Trombón de Varas, convirtiéndose de esa manera en el primer músico que tocaba este instrumento en nuestro pueblo, y dando lugar con esta iniciativa a que todos los músicos que tocaban en aquella época el Trombón de Pistones se pasaran progresivamente al de Varas, consiguiéndose que se disparara el número de matrículas en esta especialidad, y lográndose incluso que se trajera un profesor especialista? ¿O quién organizó la parte musical de un recital de poesía y música en la sala interior del Ateneo, lo cual me consta que tampoco se había hecho hasta entonces? ¿O quien preparó un Concierto de cámara, formado por alumnos de la Escuela de Música, en el Pregón de las Fiestas de la Copa? ¿O quién preparó las intervenciones musicales en diversas galas benéficas en la Casa de la Cultura…? Más que pensar en la forma habría que pensar en el fondo. Yo comprendo que la administración pueda querer, e incluso que pueda ser una necesidad, el hecho de querer tener una Banda, una Orquesta, un Coro, una Rondalla… Cuantas más cosas se puedan hacer, mejor. Cuántas más cosas se puedan tener, mejor. Me parece muy lógico y hasta me parece extraordinario que se piense así. Pero hacerlas simplemente por dar la impresión de que se hacen cosas, solamente de cara a la “galería”, creo que es un grandísimo error. Al final todo queda en una apariencia y te das cuenta de que en el fondo solo hay un gran vacío. Cuando un alumno empieza a formarse en la Escuela de Música tiene que estudiar Lenguaje Musical (Solfeo y Teoría de la Música) e Instrumento. Tiene que dedicarle muchísimo tiempo a estas disciplinas y, por si fuera poco, tiene que dedicarle también un tiempo considerable para escuchar música y tener por lo menos unas nociones de repertorio. De este punto hablaré un poco más adelante. ¿Pero qué es lo que estamos inculcando? Que en vez de que un alumno esté dedicándole su tiempo a estudiar Solfeo, a estudiar Instrumento, a escuchar música y a tener un poco de inquietudes musicales, lo cual conlleva todo esto bastante tiempo, les estamos inculcando más bien todo lo contrario: “Como papá y mamá quieren que salga cuanto antes en la Orquesta… como el músico quiere salir cuanto antes en la Orquesta… como el amigo o la amiga van a salir - antes que yo - en la Orquesta… como el Profesor quiere tener cuanto antes una Orquesta… y como la Administración quiere tener y presumir lógicamente de una Orquesta…” ¿Qué es lo que ocurre al final? Pues que todo el proceso se acelera y aunque la Orquesta comience a dar sus primeros pasos, los alumnos músicos no están bien formados. Sin embargo, si la formación de los alumnos está sólidamente cimentada, no solamente se va a crear una Orquesta. También se puede crear una Banda. Y una Coral. Y una rondalla. Y se podrían organizar muchísimos más conciertos al tener mucho más nivel para poder hacerlos. Y se podrían hacer todavía muchísimas más actividades musicales de las que se hacen… y luego, todos podríamos estar contentos, tanto papá, mamá, el músico, el amigo y la amiga, el profesor y la administración. Hay un inconveniente, y es que esto podría tardar un poco más de tiempo. Más de lo que nosotros estamos dispuestos a esperar. ¿Y no creen que merece la pena? “Para un año, sembrad cereales. Para una década, plantad árboles. Para toda la vida, educad y formad a la gente.” (Proverbio chino - 645 a. C.)